Santos del Carmelo Descalzo
Santa Teresa de Jesús y San Juan de la Cruz han reafirmado y renovado la piedad Mariana del Carmelo. Ellos, en efecto, han propuesto a María como Madre y Patrona de la Orden, modelo de oración y abnegación en la peregrinación de la fe, humilde y sabia en la acogida y contemplación de la palabra del Señor, totalmente dócil a las mociones del Espíritu Santo, mujer fuerte y fiel en el seguimiento de Cristo, asociada al dolor y al gozo de su Misterio Pascual.
San Juan de la Cruz
Hay mucho que ahondar en Cristo, porque es como una abundante mina con muchos senos de tesoros que, por más que ahonden, nunca les hallan fin ni término, antes van en cada seno hallando nuevas venas de nuevas riquezas acá y allá. Hay que partir siempre de Cristo. (San Juan de la Cruz)
Santa Teresa de Jesús
Jesús es el Evangelio viviente, aquel a quien la Santa Madre Teresa de Jesús experimentó como "libro vivo": "Su Majestad" ha sido el libro verdadero adonde he visto las verdades. ¡Bendito sea tal libro que deja imprimido lo que se ha de leer y hacer de manera que no se puede olvidar! (Santa Teresa) Santa Teresita del Niño Jesús y de la Santa Faz "Para mí, la Oración es un impulso del corazón, una simple mirada dirigida al cielo, un grito de agradecimiento y de amor, tanto en medio del sufrimiento como en medio de la alegría. En una palabra es algo grande, algo sobrenatural que me dilata el alma y me une a JESÚS." (Santa Teresita del Niño Jesús)
Beata Isabel de la Trinidad
"Yo he hallado mi cielo en la tierra en mi querida soledad del Carmelo, donde vivo a solas con Dios solo. Todo lo hago con él. Por eso realizo las cosas con alegría divina. Que barra, trabaje o haga oración, todo me resulta encantador y delicioso, porque descubro a mi divino Maestro en todas partes" (Ct 139, principios de octubre 1902). "¡Oh, el silencio, la soledad! Aquí se vive a solas con Dios solo. Aquí todo habla de él. Por todas partes se siente tan vivo, tan presente" (Ct 142, 26 octubre 1902), "porque a Dios se le encuentra lo mismo en la colada que en la oración" (Ct 89, 30 agosto 1901 y Ct 91, 11 septiembre 1901). "Me pregunto a veces, si no es exagerado mi amor por esta celdita donde se está tan a gusto a solas con El solo. Tal vez Dios me pida algún día el sacrificio de abandonarla. Estoy dispuesta a seguirle por todas partes. Mi alma exclamará entonces con san Pablo: ¿Quién me separará del amor de Cristo?" (Rom 8,35). Reina en mi interior una soledad donde El mora y nadie me la puede arrebatar" (Ct 162, 28 30 abril 1903). "Ahora estoy completamente sola en mi celdita. Sola con El... el Todo (Ct 167, 21 junio (?) 1903). (Beata Isabel de la Trinidad)
Edith Stein (Santa Teresa Benedicta de la Cruz)
Quien pertenece a Cristo, tiene que vivir toda la vida de Cristo. Tiene que alcanzar la madurez de Cristo y recorrer el camino de la Cruz, hasta el Getsemaní y el Gólgota. Y todos los sufrimientos que puedan venir de fuera nada son en comparación con la noche oscura del alma, cuando la luz divina ya no ilumina y la voz del Señor no se escucha. Dios está allí, pero escondido y callado. ¿Por qué sucede esto así? Son misterios de Dios, sobre los cuales hablamos, pero que nunca se dejan dilucidar plenamente. Dios se hizo hombre para hacemos participar de su vida de un modo nuevo. Esto lo hemos comprendido como participación en la vida divina. (Santa Edith Stein)
Santa Teresa de los Andes
El fin de las Carmelitas me entusiasma; santificarse a sí misma para que la savia divina se comunique a todos los miembros de la Iglesia. Ella se inmola sobre la cruz y su sangre cae sobre los pecadores, pidiendo misericordia y arrepentimiento. Cae sobre los sacerdotes, santificándolos. Y todo en silencio, sin que nadie lo sepa. Cuántos hay que tachan su vida de inútil. Sin embargo, ella es como el Cordero de Dios que lleva los pecados del mundo... (Santa Teresa de Jesús de los Andes)